Continuamos con la publicación en esta entrada del tratamiento alternativo
mediante biomagnetismo del acné.
El acné es una alteración cutánea que se produce al combinarse tres factores:
un incremento en la producción de sebo por la glándula sebácea; una
hiperqueratosis (engrosamiento de la capa externa de la piel) a nivel del
orificio pilosebáceo que lo obstruye, impidiendo la salida del sebo al
exterior; y una proliferación de la bacteria Propionibacterium acnes a nivel de
la propia glándula sebácea.
Se puede dividir el grado de acné de la siguiente manera:
- Acné leve: las lesiones principales no son inflamatorias.
Las pápulas y las pústulas pueden aparecer, pero son pequeñas y poco numerosas,
generalmente menos de 10.
- Acné moderado: existe un mayor número de pápulas, pústulas y comedones entre
10 y 40.
El tronco también puede estar afectado.
- Acné moderadamente grave: existen numerosas pápulas y pústulas entre 40 y
100, normalmente con lesiones nodulares infiltrantes y profundas. Las áreas de
piel afectada se extienden además de la cara, al torso y espalda.
- Acné grave: a este grupo pertenece el acné noduloquístico y el acné
conglobata caracterizado por muchas lesiones nodulares grandes, dolorosas y
lesiones pustulosas, junto con muchas pequeñas pápulas, pústulas y comedones.
El acné puede derivarse de varias causas:
- Actividad hormonal, como los ciclos menstruales en la pubertad.
- Estrés, impulsado por las descargas de las glándulas suprarrenales.
- La irritación cutánea o cualquier forma de rascarse.
- Acumulación de células muertas de la piel.
- Bacterias en los poros, a las cuales el cuerpo se vuelve alérgico.
- El uso de sustancias anabólicas.
- Glándulas sebáceas hiperactivas, secundariamente a las hormonas citadas
abajo.
- Uso de algunos medicamentos.
- La exposición a altos niveles de compuestos de cloro.
Los puntos de biomagnetismo para el tratamiento del acné vulgar son:
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